jueves, 28 de abril de 2011

RESUELVO MI VIDA COTIDIANA

INTRODUCCIÓN:


La infancia feliz es un mito. La imagen  del niño, la niña, el adolescente feliz, ingenuo, angelical, sin problemas, sin pérdidas, sin conflictos ni defectos, en un mundo encantador de ensueños, es inexistente. Un niño recién llegado a este mundo puede sufrir  desde su más tierna infancia, y ese sufrimiento acompaña  su desarrollo y estructuración. Ese mito es lo que esta infiltrado en nuestra lectura tradicional de la infancia  los síntomas y los malestares del niño, desmienten ese ideal de plenitud imposible de cumplir a pesar de ser el  preámbulo  de la constitución de los ideales parenterales, sociales y escolares. Mientras más creamos en ese mito, más se desestima la función de la respuesta del niño  frente al encuentro con la adversidad, lo que hoy se conoce como resilencia.
Siempre ha habido niños, niñas y adolescentes, pero no siempre  se ha inventado el lugar que hoy ocupan en lo social. Hoy son el sujeto contemporáneo por excelencia, es quién recibe los mayores impactos de lo actual, quién responde directamente a lo contemporáneo; él nació inmerso en la tecnociencia y es también el producto de las nuevas ciencias de la vida (la genética y las neurociencias). Todo el tiempo está bajo el imperativo de superar los límites; su cuerpo es más ávido que disciplinado; es ansioso, súper excitado, incitado a consumir compulsivamente lo nuevo y lo extremo.


Justificación:

Disfrutar de buenas condiciones de salud es para los niños y niñas un requisito esencial para que puedan  desarrollar sus capacidades y adquirir las aptitudes necesarias para una vida en sociedad.

Desde esta concepción, se requiere el cuidado de los niños y las niñas desde  su gestación, con  una alimentación completa, equilibrada, suficiente y adecuada; en un ambiente cálido y afectivo. Esto incluye la práctica de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y con alimentación complementaria hasta por lo menos 2 años de edad; esta práctica,  además de los beneficios nutricionales, se convierte es un factor determinante en el desarrollo cognitivo y emocional y en la consolidación del vinculo afectivo con la madre. Es así como se entiende, que la alimentación y la nutrición es un componente fundamental del desarrollo físico y humano de los niños y las niñas.

“Las condiciones ambientales, en las cuáles se desarrollan los niños y las niñas durante la primera infancia, pueden afectar la salud y el comportamiento. Está demostrado que niñas y niños que crecen en condiciones de pobreza y ambientes no saludables tienen mayor riesgo de enfrentar problemas de salud. La nutrición, la vacunación y en general la promoción de la salud merecen especial cuidado; lo mismo que la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de enfermedades prevalentes en la primera infancia”[1].


[1] ICBF. Lineamiento técnico para la garantía del derecho al desarrollo integral en la primera infancia. 2008. p. 11

No hay comentarios.:

Publicar un comentario